Blanquita Honorato, Directora Ejecutiva de la Fundación Candelaria Apoya, participó ayer en el programa Ciudadanía Activa de la Fundación Emilia Silva Figueroa – Víctima de accidentes, que se centró en los desafíos que enfrentan los niños, niñas y adolescentes en el país.
Nuestra directora partió explicando por qué se habla de “las infancias”. “Es un término más nuevo y tiene que ver con que la experiencia de la niñez es diferente dependiendo desde donde se viva, depende del contexto de familia”, señaló. “Es importante considerar las distintas infancias, las distintas formas de experimentas la infancia, el concepto tiene que ver con eso”, expresó.
Benjamín Silva, Vicepresidente Ejecutivo de la Fundación Emilia, preguntó por qué la Subsecretaría de la Niñez se llama así y no “de las infancias” y también sobre las principales amenazas que enfrentan en Chile. Sobre la subsecretaría, Blanquita señaló que “para el común de las personas son sinónimos”, aunque añadió que “infancia viene de la raíz de la palabra, los “sin voz”, (niños más vistos que oídos”); en esa acepción se intentó cambiar hacia un concepto más de niñez y adolescencia (…) lo importante es tener en el centro el interés superior de los niños y que siempre prevalezcan sus derechos, como sujetos de derecho”, afirmó.
En cuanto a los riesgos, Blanquita explicó que existen tres: la salud mental, la drogas y la vulneración de derechos de niños que están bajo los cuidados del Estado. “Existe una crisis de salud mental y que debe ser abordada con urgencia”, dijo sobre la primera amenaza. El problema de las drogas se relaciona con el consumo y los narcotraficantes. “Los narcotraficantes truncan el futuro de los niños y dejan fuera sus derechos”, explicó. Sobre el último punto, Blanquita señaló que “desde el Estado hay un bache infinito que está amenazando los derechos de los más vulnerables de Chile”, resumió.
Luego, se ahondó en la relación entre los niños y las drogas. “Hay un tema cultural que muchas veces vulnera los derechos de los niños”, señaló Blanquita. “Como sociedad debemos asumir este desafío y hay un tema de política pública en el cómo priorizamos a los niños y adolescentes (…)”. Blanquita agregó que “según un informe de ONU, la legalización de la droga adelanta las edades de consumo”, sumando que “los jóvenes terminan con sus posibilidades futuras limitadas” además de otras consecuencias “imborrables”. “La droga es una pandemia de rasgos importantes que trunca el futuro”. Para graficarlo, Blanquita explicó que “(en los niños) no existe la concepción de que están atentando contra su vida y que es tan duro como una enfermedad grave”. También resaltó el rol de la familia en este tema, calificando a la familia y las comunidades como “factor protector”.
Hacia el final del programa, se le consultó a Blanquita por el rol de la familia, pidiéndole algunos consejos para aquellas que pudiesen enfrentar esta situación. “El primer y principal consejo es pedir ayuda”, explicó Blanquita. “Se debe asumir la realidad y pedir ayuda, existen espacios de contención” (padres y expertos son buenos ejemplos). Blanquita agregó que “la comunicación es fundamental (…) “hay que generar espacios de confianza como factor protector porque permite prevenir (…)” y a la vez, añadir a “redes de pares” que tengan las “mismas preocupaciones”.
Blanquita finalizó destacando el rol de la familia. “El Estado nunca va a suplir a la familia, el colegio tampoco suple (…) uno tiene que encontrar la forma de ejercer su rol de protector, de autoridad…nadie lo va a hacer por uno…”, afirmó.