Nos hacemos cargo de una problemática social muy delicada, con muchas carencias y desilusiones por parte de los beneficiarios. Es por esto que la confianza y compañía son fundamentales para el éxito en la vida de nuestros jóvenes y adolescentes. Debemos acompañar entregando herramientas que favorezcan el crecimiento, el desarrollo de relaciones interpersonales significativas y el amor propio, lo cual permita que nuestros beneficiarios crean que otro futuro es posible.

Como fundación creemos que las vivencias, dificultades y desafíos del pasado no nos determinan. Buscamos que nuestros jóvenes y adolescentes sean capaces de afrontar situaciones difíciles y salgan fortalecidos de ellas. Sabemos que la resiliencia es algo que se debe trabajar todos los días, siendo conscientes de sus capacidades, potenciando su confianza y propiciando su creatividad, con una mirada optimista y comprendiendo que el apoyo de otros es fundamental.

Se traduce en la optimización y mejoramiento continuo de los programas de intervención, tanto a nivel psicosocial, curricular, como también desde la óptica y necesidades de cada individuo, tomando siempre en consideración información técnica y tendencias en torno a la niñez y adolescencia desde una óptica de derechos. Las metas, el trabajo psicológico y la autodeterminación de los beneficiarios toma un rol fundamental en este sentido.

Candelaria busca ser un aliado de confianza para sus beneficiarios y los distintos actores partícipes en el ciclo de intervención. Como fundación se debe contar con las herramientas y capacidad de gestión a la vanguardia del conocimiento y tendencias, esto es la base de todo lo que hacemos y el sustento para que jóvenes y adolescentes participen del proyecto y crean en la capacidad de la fundación de entregar herramientas para creer en ellos mismos y en su capacidad de salir adelante.